viernes, 8 de diciembre de 2017

Crítica de Thor: Ragnarok de Taika Waititi





Aunque en los cómics el personaje de Thor es realmente imponente y pieza clave en este universo. En el caso de las películas del Universo Cinematográfico de Marvel Studios, el Dios del Trueno interpretado por Chris Hemsworth (Rush, La Cabaña en el Bosque) no ha tenido tanta suerte. Su franquicia individual ha quedado ensombrecida por las de Iron Man y, sobre todo, la de Capitán América

En 2010, la escena post créditos de Iron Man 2 nos adelantaba su aparición mostrándonos el iconico Mjölnir. Y un año después se estrenaba Thor, la primera película del personaje dirigida por el mismísimo Kenneth Branagh (Enrique V, Frankenstein, de Mary Shelley). Quien cumplió bastante bien a la hora de trasladar el personaje y su universo. Pero este empeño se veía ensombrecido por el tener que incorporar al personaje e historia al camino que estaba labrando el UCM. Obligando a que la trama se trasladase a la Tierra, donde el hijo de Odín sufría una (per)versión de la historia de redención clásica del personaje. 

Tras su participación en la esperada cinta grupal Los Vengadores, Thor tendría otra película individual que partía de una buena base, pero que acababa cayendo de nuevo en el fango al mostrar una dirección tan impersonal y otra gran presencia de la Tierra y el componente humano que acabaron de lastrar demasiado al conjunto. 

Pocas ganas y esperanzas había en una tercera parte de Thor. Pero en la infravalorada secuela de  Los Vengadores: La Era de Ultron, algo ocurrió con el personaje. En medio de la película, el hijo de Odín se veía asediado por apocalípticas visiones de su hogar que lo obligaban a desatender bastante la amenaza de la peligrosa IA. 

EL RAGNAROK.

El Apocalipsis de la mitología nórdica es parte importante también en la del personaje en las viñetas. Tanto que se ha dado más de un Ragnarok a lo largo de la historia de Marvel Cómics. Aunque el más recordado y apreciado es el de Walter Simonson. Ese precisamente es el que todos pensábamos a la hora de imaginar cómo sería la tercera parte de Thor. Una película que fuese épica, dramática y oscura, siendo un gran final de trilogía. Pero está claro que nadie imaginaba el Ragnarok que Marvel Studios acabó estrenando.




A lo largo de los meses y tras el anuncio de Taika Waititi (Lo Qué Hacemos en las Sombras, A la Caza de los Ñumanos) como director. Se iba perfilando la idea de que el Ragnarok que estaban preparando distaba mucho de lo pensado en un inicio. La inclusión de Hulk a la trama, la confirmación de la gran presencia del humor y los trailers que surgieron dejaron BIEN claro el tono y enfoque que manejarían. Aunque lo cierto es que a día de hoy, quien aún no haya aceptado que este Universo Cinematográfico ya forma parte del gran Multiverso de La Casa de las Ideas, debería replantearse por completo su opinión. Porque claramente, las películas y personajes de este UC parten de lo visto en los cómics "clásicos", pero muestran variaciones que los convierten en nuevas versiones. Algo que se lleva haciendo desde hace décadas en los cómics. Esto también pasa con los eventos y arcos argumentales. Las películas de Marvel Studios han estado adaptando famosas historias de las viñetas pero con cambios y reformas que hacen que se integren mejor en su UC. El caso más sonado fue Civil War en la tercera película de Capitán América. En el cómic, el conflicto tenía una dimensión gigantesca debido a que afectaba a todo un mundo con miles de personajes. Pero, claro, el UCM aún está integrando a día de hoy a nuevos héroes. Por lo que se enfocó el conflicto a un nivel más interno pero que seguía partiendo de la misma premisa (a la que se añadía todo el tema de Bucky para que la película no dejase de ser una del Centinela de la Libertad). El resultado sigue siendo el mismo que el que se logró en su día con el evento en viñetas: Poner a héroes, que durante tanto tiempo forjaron grandes amistades, formando bandos y enfrentándose unos contra otros debido a que el Gobierno pone en duda el cómo afrontan sus acciones como justicieros.

Con el Ragnarok se debía conseguir que este evento fuese el Fin pero también el Principio. Y creo que esto se ha logrado cumplir por mucho humor que se haya añadido al conjunto.

Los primeros minutos de la película ya dejan BIEN claro el tono y las intenciones de esta película. La estadía de Thor en Muspelheim nos mete de lleno en la película, además de afianzar la nueva dinámica con el personaje que ya se dejó intuir en La Era de Ultron. El intento de tener a un Thor seriote como el clásico de los cómics no funcionó (incluso en la primera película del personaje siempre se manejó un equilibrio entre la seriedad y el humor). Así que el abrir más las puertas al sentido del humor del personaje era algo lógico. Por supuesto, Thor muestra otras peculiaridades a la hora de dar rienda suelta a esta dinámica que, por ejemplo, Tony Stark o Star-Lord.

Esta "liberación" del personaje ayuda a que el actor Chris Hemsworth se sienta por fin del todo a gusto interpretando al héroe mitológico. Y eso es de agradecer teniendo en cuenta lo poco que destacaba tanto en sus pelis individuales como, sobre todo, en las grupales. Todo esto no evita que la seriedad vuelva a apoderarse del personaje cuando la situación lo requiera. Esto también se aplica al resto de la película. Aunque el humor impere, el Ragnarok sigue significando la Muerte de Asgard y eso siempre está presente.





Taika Waititi ya nos demostró su gran talento a la hora de insuflar la comedia en tramas de corte fantástico. Desde luego, con Thor: Ragnarok vuelve a lucirse. Su estilo empapa el conjunto de gran manera a la vez que nos ofrece una estupenda aventura Sci-fi-Fantasy como las que plagaron la década de los 70-80. Hay que destacar también que una gran parte del rodaje de esta película fue improvisado. Algo que podría haber supuesto un autentico descalabro, al mando de Waititi endereza un genial y ocurrente rumbo dispuesto a trastocar el mundo de Thor y su figura. Pero en su ejercicio de auto-parodia, Taika logra sacar a relucir lo bueno y grande que tiene este personaje. Esta vez SÍ que sentimos al Dios del Trueno (ya era hora).

Si el Humor es el clásico tema con el que se ataca las producciones de Marvel Studios, desde el estreno de Guardianes de la Galaxia no son pocos los que a la hora de criticar las nuevas películas del UMC lo hacen buscando parecidos con la Space Opera de James Gunn. Aquí hay que dejar bien claro una cosa: el UCM comparte un MISMO espacio. Por lo que está claro que se van a ver elementos parecidos (o los mismos) vistos en las películas de los Guardianes. Pero desde luego Ragnarok no se queda en un simple "copia y pega" de lo visto en las dos películas de Gunn. Además de que la parte cósmica de este Universo ha estado muy ligada al personaje en los cómics ya desde sus primeros tiempos.




La puesta en escena es todo un deleite para los fans del arte de Jack Kirby (pilar clave en Marvel Cómics). Y todo momento y detalle de Sakaar es una gozada a nivel artístico y visual. Además de suponer nuevos aires a este UC (como lo será lo que veamos en Black Panther o Captain Marvel).

En pleno Boom del recurso de la nostalgitis ochentera, resulta que Thor: Ragnarok ofrece la mejor dosis anual de esto; más incluso que la segunda temporada de Stranger Things. Sin tener que recurrir a referencias directas, la película muestra un estilo que recuerda a varias producciones que hicieron grande esa década. Por no hablar de que la BSO de Mark Mothersbaugh logra por sí sola ser el mayor exponente de esto. Otro excelente añadido que le sienta de fábula a la franquicia de Thor. Y no me olvido de alabar el mantener el Inmigrant Song que ya escuchamos en el primer trailer no solo en un momento de la película. ¿Si Iron Man tiene a los AC/DC como soundtrack particular, por qué el Dios del Trueno no puede salir a batallar con los Led Zeppelin sonando de fondo?

La película muestra un ritmo de los más vertiginoso que solo se mantiene algo anclado en la parte de Sakaar. Esto hace que la película sea muy dinámica y ayuda a que el espectador mantenga ese júbilo que le ha insuflado el film en su primera parte. Pero desde luego afecta a algún que otro momento a la hora de sacarle todo el jugo a la escena. Sobre todo en el caso de Odín, cuyo significado funciona y se mantiene. Pero desde luego pedía a gritos algo más de metraje que hiciese del todo memorable y profundo esta parte.




Curiosamente el guión es bastante ocurrente y directo en su cometido. Además de conectar a la perfección con todo lo visto hasta ahora en el UCM (es increíble cómo se hace referencia directa a La Era de Ultron como si nada o esa aparición de cierto nuevo héroe que supera el límite del cameo). Está claro que este UC ha llegado a un punto en el que da por hecho que quien asiste al cine a ver su nueva producción lo hace porque ha disfrutado de todo lo visto hasta ahora.

Toca hablar de los personajes, pues mucha de la gracia de esta película está en ellos y sus interacciones.




Gran sorpresa fue la que me llevé con la Valquiria de Tessa Thompson (Creed). Pues parecía que se iba a caer en el polémico tema de los cambios de etnia de personajes del cómic. Pero han jugado muy bien con esto, además de ofrecer un personaje de lo más fresco y que estoy deseando que cobre más relevancia en un futuro.

Desde luego, el Loki de Tom Hiddleston siempre ha ensombrecido a su hermano en la ficción. En este caso, no es así y por fin logran crear la química perfecta entre estos dos. Además de darle una redención al personaje (aunque siempre hay que estar atentos con el Dios del Engaño).

El Gran Maestro de Jeff Goldblum ha acaba siendo mi mayor decepción con esta película. Desde luego, el actor tiene un gran carisma (eso nadie puede ponerlo en duda). Pero a la hora de separar esto del personaje que interpreta, la cosa acaba en decepción. Si bien debería ser una criatura poderosa y sabia, solo vemos a un Goldblum desatado vistiendo un extraño batin (ni se deja claro el parentesco con El Coleccionista de Benicio del Toro).

Increíble lo que han logrado con el Heimdall de Idris Elba (Luther, Prometheus). Que pasa del escueto secundario de las dos anteriores entregas a tener una sub-trama la mar de potable que hace que el personaje se descubra como un estupendo aliado para la nueva etapa del Dios del Trueno.

Al igual que con la Valquiria de Tessa, la aportación del Hulk de Mark Ruffalo (Spotlight, Begin Again) al conjunto de la película es de agradecer teniendo en cuenta lo mal que se veía (al menos en mi caso) en un principio.

Aunque Marvel Studios haya llegado a un acuerdo con Sony para que Spiderman forme parte completa del UCM. Y en los últimos años hayan recuperado los derechos de personajes como Blade o Ghost Raider (este último ya ha sido aprovechado por el UCM en la 4T de Agentes de SHIELD), el caso de Hulk sigue siendo bastante peculiar. Estando sus derechos en manos de Universal Pictures, quienes solo han permitido hacer una película individual del personaje en el UCM (la aceptable El Increíble Hulk de la Fase 1). Dejando que las demás apariciones del Gigante Esmeralda solo sean como secundario en otras películas. Esto dificulta la posibilidad de que se adapten los grandes arcos argumentales del personaje, como es el caso de Planet Hulk. Evento decisivo en la historia del destructivo héroe que también adapta esta película. Aunque quedándose sobre todo con la parte de la Arena de Gladiadores. Porque hasta el mismísimo planeta Sakaar dista totalmente de lo que vimos en esa curiosa versión de Espartaco protagonizada por Hulk.

La participación no queda en el simple Team-Up y se logra que el Hulk de Ruffalo tenga una agradecida y necesaria evolución que ofrece un interesante punto de vista que podría haberse abordado del todo en una película entera que adaptase de verdad Planet Hulk (aunque el mandamás de Marvel Studios asegura que Infinity War seguirá trabajando este personaje).




De Planet Hulk, el director también rescata el personaje de Korg. Al que presta su voz y rostro en esta versión que también pasa de la excesiva seriedad de su homólogo en las viñetas para ser uno de los máximos exponentes del humor en el film. Curioso es que con menos de una película, este personaje se vea como un mejor compañero de Thor que los 3 Guerreros que ya han estado con el en las dos anteriores entregas.

Mucha expectación generó esta película con Hela. Primera gran villana del UCM encarnada por la increíble Cate Blanchett. Desde luego en cuanto a caracterización es de lo mejorcito que ha hecho Marvel Studios. MUY fiel a la Hela de los cómics. Ya no lo es tanto su transfondo, que claramente cambia debido al Loki que ha querido mostrar el UCM. Pero lo cierto es que los cambios realizados en el personaje son para bien. Además, se nota que Cate se ha divertido todo lo que ha podido con este personaje. El problema viene una vez pasado esto al valorarla como antagonista en sí. Aquí la cosa flojea bastante. No como para caer en el fango en el que se han rebozado la mayor parte de los villanos de este Universo Cinematográfico (aunque en esta Fase todos han pasado del aprobado con nota), pero sí para instaurar una dura sensación de decepción. El personaje parece que quiere mostrar todo su potencial, pero lo cierto es que la película no sabe o quiere explorarlo. Funciona mejor el otro villano de la película. El personaje deja bien claro en su primera aparición su leit motiv que cumple a rajatabla. Y su diseño es también bastante interesante.




No quiero olvidarme de hablar de Skurge, Personaje al que de vida Karl Urban (Dredd, Star Trek) y que le pesa un arco de personaje que ya es explorado en esta película en Loki. Todo en él cae en saco roto, la verdad.

En la recta final, la película deja al Dios del Trueno en una resolución pocas veces vista y explorada en un superhéroe. Lo que supone la última pincelada para el borrón y cuenta nueva que resulta ser Thor: Ragnarok.

Puede que Thor: Ragnarok no sea la película que esperabas ver, pero desde luego supone el agradecido soplo de aire fresco que la malograda franquicia del héroe nórdico necesitaba. Además de ser la película más divertida y disfrutable del UCM (con permiso de la 1º aventura de los Guardianes de la Galaxia.





Lo Mejor: Por fin se logra dar con la tecla adecuada (e inesperada) para que el Thor del UCM brille al fin.

Lo Peor: El Gran Maestro. El demencial ritmo afecta a algunos momentos.




2 comentarios:

A esta le tengo MUCHAS ganas!!! Genial crítica :)

¡Buenas! Mi opinión no concuerda en absoluto con la crítica, no obstante, me ha gustado leerla. Un saludo.

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